Son los creados por las propias instituciones para depositar los trabajos derivados de su producción científica o académica con el objetivo de hacerla visible, así como de preservar y difundir los documentos allí depositados.
Publicar en un repositorio institucional aporta una serie de beneficios tanto al investigador como a la institución y a la sociedad que podrá disponer de esa información libremente.